Mi ambición siempre ha sido predicar la Buena Nueva allí donde nunca se ha oído el nombre de Cristo, y no allí donde alguien ya ha fundado una iglesia.
[RoM 15:20]

Ya conoces el dicho: "Cuatro meses entre la siembra y la cosecha". Pero yo os digo: despertad y mirad a vuestro alrededor. Los campos ya están maduros[a] para la siega. A los segadores se les paga un buen jornal, y el fruto que recogen es gente llevada a la vida eterna. ¡Qué alegría espera tanto al que planta como al que cosecha! Ya conoces el dicho: "Uno planta y otro cosecha". Y es verdad. Yo te envié a cosechar donde tú no plantaste; otros ya habían hecho el trabajo, y ahora te tocará a ti recoger la cosecha.
[Juan 4:35-38]

Yo planté la semilla en vuestros corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer. No es importante quién planta o quién riega. Lo importante es que Dios hace crecer la semilla. El que planta y el que riega trabajan juntos con el mismo propósito. Y ambos serán recompensados por su duro trabajo. Porque ambos somos obreros de Dios. Y tú eres el campo de Dios. Tú eres el edificio de Dios. Gracias a la gracia que Dios me ha concedido, he puesto los cimientos como un experto constructor. Ahora otros construyen sobre él. Pero el que construye sobre estos cimientos debe tener mucho cuidado.
[1 Cor 3,6-10]

Sé fuerte y valiente, porque tú eres quien guiará a este pueblo para que posea toda la tierra que juré a sus antepasados que les daría... Vuestras mujeres, hijos y ganado pueden quedarse aquí, en la tierra que Moisés os asignó al este del río Jordán. Pero tus fuertes guerreros, completamente armados, deben conducir a las otras tribus al otro lado del Jordán para ayudarles a conquistar su territorio. Quédate con ellos.
[Jos 1:6,14]

Me has oído enseñar cosas que han sido confirmadas por muchos testigos fidedignos. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confianza, que podrán transmitirlas a los demás.
[2 Tim 2:2]

Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser jefe entre vosotros, que se haga vuestro servidor, 27 y el que quiera ser el primero entre vosotros, que se haga vuestro esclavo. 28 Porque tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir a los demás y a dar su vida en rescate por muchos.
[Mat 20:26-28]

Con los judíos me hice como judío, para ganar a los judíos. Con los que están bajo la ley me hice como uno que está bajo la ley (aunque yo mismo no estoy bajo la ley), para ganar a los que están bajo la ley.
[1 Corintios 9:20]